Ni 1% ni 2%, no al gasto militar ¡Libros, no bombas! ¡Viviendas, no tanques!
El presidente del gobierno, Pedro Sánchez, anunció ayer que adelantaría 4 años su compromiso de destinar el 2% del PIB a gastos militares, para hacerlo efectivo este mismo 2025. Esto supone sacar 10.500 millones de euros de otras partidas del presupuesto público, dinero que al parecer estaba ocioso y guardado en un cajón sin hacer nada, puesto que ha sido facilísimo encontrarlo. Eso sucede mientras miles de personas carecen de vivienda asequible, sufren meses en listas de espera en la sanidad pública, o malviven con contratos precarios en la administración pública.
Contenido
Con este aumento, oficialmente, el gasto en Defensa subiría hasta los 32.600 millones de euros en 2025, y se convertiría en el principal gasto público después de las pensiones (alrededor de 200.000 millones de euros) y de los intereses de la deuda pública, que escalarán este año hasta los 39.000 millones de euros.
Decimos que el gasto en Defensa subirá oficialmente hasta los 32.600 millones de euros porque ya en 2023, el gasto real en defensa más que duplicaba la cifra oficial, según algunas investigaciones periodísticas. Así, según La Marea el gasto real ese año fue de 26.341,01 millones de euros frente los 12.317 millones presupuestados oficialmente, alcanzando ya para esa fecha el 2% del PIB del país.
Lo que está por dilucidar es si este incremento oficial del gasto militar es nuevo, de manera que el gasto real en Defensa sería mucho mayor siguiendo las practicas anteriores; o es, simplemente, un blanqueamiento de estas partidas secretas destinadas al gasto en Defensa que el gobierno viene ocultando cuidadosamente al público.
Todo lo que rodea al gasto militar, a los negocios de armas y a los privilegios insultantes de la casta militar, inflada de franquistas (no en vano, el decreto añade 670 millones de euros más para remuneración del personal), está siempre rodeado del secretismo, las ocultaciones y las mentiras descaradas. Así, hemos conocido hoy que el gobierno “amigo de Palestina” de Sánchez, acaba de comprar mas de 15 millones de balas para la Guardia Civil a la empresa sionista israelí, Guardian Defense & Homeland Security S.A,un acuerdo que supuestamente el gobierno había anulado en octubre pasado.
Despilfarro de recursos que pagará la clase obrera
De cualquier modo, todo este gasto militar representa un despilfarro de recursos sacados del esfuerzo y el sudor de la clase trabajadora, vía impuestos, para la máquina de guerra que hará felices y mucho más ricos a los mercaderes de la muerte, españoles y extranjeros, incluidas empresas israelíes como Elbit, que es un proveedor principal del gobierno español.
En realidad, la inmensa mayoría de los artefactos fabricados con este dinero serán chatarra sin uso, al menos en el corto y medio plazo, que incrementarán aún más una deuda pública insostenible (alcanza ahora el 101,8% del PIB español) y que tendrá contrapartidas en el estancamiento y reducción del gasto social. También tendrá el efecto de incrementar la inflación, al poner el Estado dinero en circulación sin respaldo en bienes reales, para adquirir armas que se gastan (o permanecen almacenadas sin uso) sin crear un valor equivalente, como bien explicamos en nuestro artículo reciente, La carrera armamentística mundial se intensifica: Imperialismo, militarismo y capitalismo.
La política militar y diplomática del gobierno de Sánchez no tiene nada de sorprendente. La política exterior sólo es la continuación de la política interior. El sometimiento a los intereses capitalistas en casa, debe tener una correspondencia en el sometimiento a los intereses capitalistas e imperialistas fuera de casa. La propia burguesía española está encantada de “poner de su parte” –es decir; saqueando el bolsillo de sus trabajadores– para sostener sus intereses imperialistas en todo el mundo, de la mano de sus compinches europeos y norteamericanos, sobre todo en África, Oriente Medio y América Latina.
Teatro político
En el plano político, el gobierno y los partidos del régimen, PSOE-SUMAR y PP, han encontrado una fórmula para aprobar esto que les permite a todos salvar la cara. Este incremento del gasto militar se hará por decreto, de manera que no se votará en el Congreso. El PP, que apoya con entusiasmo el rearmamento militar e incluso defiende subirlo al 2,8% del PIB, evita tener que votar a favor de la medida junto al gobierno de Sánchez. Y SUMAR, que formalmente se ha posicionado en contra, se evita tener que posicionarse abiertamente con el voto y revelar sus auténticos colores.
Realmente, la oposición de SUMAR al aumento del gasto militar es completamente hipócrita y falsa, una vez asegurada la aprobación por decreto, y lo ha hecho por necesidades del guión; es decir, para no dejarle a Podemos e IU todo el espacio de oposición a la política militarista de Sánchez.
La ministra de sanidad y dirigente de SUMAR, Mónica Díaz, ha declarado con todo el descaro del mundo: «Somos un Gobierno de coalición (…) no estamos de acuerdo en todo como todas las familias bien avenidas. Ahora bien, nuestros debates los damos en público, los damos transparentes y nuestros debates también creo que son sanos y la divergencia también es sana dentro del Gobierno de coalición». Pero añade, para no dejar lugar a dudas: «Nosotros creemos que esto no va de rearme militar sino que va de tener una estrategia y una autonomía estratégica dentro de Europa y dentro de España, reforzar todas las áreas tecnológicas, industriales y de ciberseguridad. En todas esas cosas estamos de acuerdo y en todos los planes que tienen que ver con reforzar nuestra seguridad, que va más allá del gasto militar, estamos de acuerdo pero discrepamos con muchas cosas del Gobierno». Es decir, estamos totalmente de acuerdo, pero teatralizamos “discrepancias” de manera “sana” para salvar la cara ante nuestras bases de votantes en la izquierda.
La posición de IU es más insostenible, si cabe. Su coordinador federal, Antonio Maíllo, ha declarado: «Esta decisión de rearme nos aleja más de la seguridad que necesitamos como sociedad, nos instala en una lógica de guerra que nada tiene que ver con las necesidades de nuestro país». Sin embargo, sus ministros y funcionarios siguen formando parte del gobierno y mientras no dimitan de sus puestos son corresponsables de las decisiones de Sánchez. Ningún juego de palabras podrá ocultar esto ante la base de la izquierda.
Un programa de lucha contra el militarismo
Desde la Organización Comunista Revolucionaria (OCR) nos oponemos frontalmente a este aumento del gasto militar y a todo gasto militar en general, que solo busca “defender” los intereses de los grandes empresarios en casa y en el extranjero. Nos oponemos a la destrucción y la barbarie que siembra este sistema de opresión y explotación. Denunciamos como falso el argumento de que este incremento de gasto creará empleo, como si se pudiera chantajear a la clase obrera con un plato de comida a cambio de empobrecernos más y de extender la miseria y el sufrimiento por todas partes. Nuestra alternativa es expropiar toda la industria de armamento, sin indemnización y bajo control obrero, y reconvertirla para uso civil con fines sociales. Exigimos la publicación completa y exhaustiva de todas las partidas de gasto del gobierno, para que puedan ser inspeccionadas sin ninguna traba, que saquen a la luz el gasto militar real que se dedica con nuestros impuestos. También exigimos la publicación de la lista completa de todos los proveedores y fabricantes de armamento, españoles y extranjeros, que tienen contratos con el gobierno español, para que sean cancelados, expropiando aquellos con instalaciones en el Estado español.
Exigimos, por último, la salida del Estado español de la OTAN y el cierre de todas las bases estadounidenses aquí.
Salir a las calles contra el militarismo y la guerra
Podemos y sindicatos como CGT, ELA, LAB y CIG, se han posicionado públicamente contra el gasto militar, y también contra este nuevo incremento. Podemos, incluso, ha hecho un llamamiento a movilizarse, aunque sin proponer nada en concreto. De lo que se trata es de pasar de las palabras a los hechos. Todas estas organizaciones, con mayor o menor presencia social según su ámbito territorial y fuerza sindical, junto con innumerables movimientos sociales y organizaciones revolucionarias de izquierdas, tienen un aparato y una base militante para tomar la iniciativa de lanzar una primera gran movilización de manera unitaria y unificada a nivel de todo el Estado. Un llamamiento enérgico de su parte, encontraría sin duda un eco entusiasta con decenas de miles en las calles. Desde la OCR, sección del Estado español de la Internacional Comunista Revolucionaria (ICR), les instamos a que den ese paso.
Contra el militarismo y la guerra: ¡libros, no bombas! ¡viviendas, no tanques!
Contra el militarismo capitalista y las guerras imperialistas ¡Revolución socialista!
Puedes enviarnos tus comentarios y opiniones sobre este u otro artículo a: [email protected]
Para conocer más de la OCR, entra en este enlace
Si puedes hacer una donación para ayudarnos a mantener nuestra actividad pulsa aquí